Cuando pensamos en los rasgos que perfilan a los pastores, imaginamos que son personas colmadas de sabiduría, alegres y capaces de dar voz de aliento y esperanza ante las incidencias de cada día. Esta premisa no es ajena a la vida de los pastores Jairo y Nancy Contreras Rodríguez (casados hace 31 años); bogotanos, dinámicos, emprendedores, grandes líderes y con una familia grandiosa, compuesta por sus tres hijos hombres (todos en la obra de Dios) y tres nietos que hacen reinar la paz, armonía y fraternidad en su vínculo familiar.
Su hijo mayor, Miguel Armando, ejerce su ministerio pastoral en Melgar-Tolima y Tolemaida junto a su esposa Carolina Cachope y sus dos hijos. Iván Gabriel, el segundo, es el bajista de Generación 12. Él y su esposa Andrea Peña con su hijo, desarrollan su liderazgo mediante las células y los hogares de paz. Ángelo Manolo, el menor, es coordinador y baterista de la banda MCI de Girardot y líder de la iglesia; además fue aprendiz del SENA como técnico profesional en cocina.
El pastor es profesional en merchandising, quien durante 27 años laboró en varias multinacionales desarrollándose en el área comercial y de dirección, y la pastora estudió psicopedagogía, con autoridad en liberación y guerra espiritual. Mujer de fe y adoradora de Jesucristo.
Para ellos, marzo de 2006 es un mes memorable, ya que en éste arribaron a Girardot. “Sentimos un profundo aprecio por esta ciudad, a tal punto que nuestra familia se considera hija adoptiva de estas tierras que aunque cuentan con un clima cálido, costumbres y culturas diferentes a las de la capital, hemos logrado enamorarnos de ellas y de su gente; anhelamos quedarnos un tiempo largo, hasta alcanzar nuestras metas de conquistar a Girardot y sus alrededores para Cristo”: expresó el pastor Jairo.
Su liderazgo comenzó hace más de diez años en la MCI de Bogotá. Ahora que asumen el reto de pastorear esta iglesia, se sienten satisfechos y esperan estar dando todo de sí para realizar un trabajo excelente, “nunca imaginamos ser pastores, pero estamos seguros que es el mejor oficio que Dios nos pudo haber dado”, indicó la pastora Nancy.
Afirman que aquel que permita que El Creador guíe su vida, ésta le será bendecida; también dicen que los sueños y propósitos para hacerlos realidad, se deben visualizar y contárselos a Dios, estableciendo una relación de hermandad y amistad con Él, pidiéndole con fe y la certeza de que va a conceder todo lo que se le solicite, si es Su santa voluntad.
Las experiencias que han vivido y con la guía de Dios los llevan a aconsejar a las personas y compartirles sus propios testimonios, poniéndoles como ejemplo para aseverar que indiscutiblemente sí vale la pena estar con Dios. Cuentan que para lograr sus metas pusieron en práctica una de las tantas enseñanzas del pastor César Castellanos, que es el libro de los sueños en el que plasman lo que anhelan en su corazón, y hasta el momento, el poder de visualizar les ha dado resultado. “Con Dios hay que ser específicos en las peticiones, hay que verlo como nuestro Padre que siempre quiere lo mejor para sus hijos”: comentan.
La familia pastoral visualiza a Girardot a los pies de Cristo y está segura de lograrlo estableciendo la visión del G12, haciendo de cada miembro de la iglesia un líder. De igual manera, una gran meta para diciembre de 2009 es consolidar 1.000 familias para la reunión del domingo en la mañana y 1.000 para la tarde. Y seguro que con la ayuda de Dios y con su carácter emprendedor se logrará ésta y muchas más bendiciones para “La Ciudad de las Acacias”.
   
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